Dios nos ha dejado inmensos mensajes en su palabra, y muchos de ellos son para tener finanzas sanas. El detalle está en que hacemos caso a lo que exige el mundo, el carro del año, ropa de marca y la lista sigue. No digo que no podamos tener cosas, la cuestión es que sean una prioridad y peor aun, nos endeudemos cada vez por mantener ese estilo de vida. Cuanto tienes, cuanto vales, es una frase que escuchamos entre nosotros, y es triste ver que el mundo se mete en nuestras vidas como agua entre las piedras. ¿Por qué endeudarse? ¿Qué me invita a comprar y comprar? ¿Qué vacío estoy tratando de llenar? Tenemos que hacer un alto y ver que tenemos que fortalecernos en el amor, primero amarnos interiormente para luego poder ofrecer amor. Ánimo, que si se puede.
Romanos 13, 8 No tengan deuda alguna con nadie, fuera del amor mutuo que se deben, pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido con la Ley.